FinalScore #58
Esta semana hablamos de música, NASA, UEFA y tenemos como invitada a Joana Egea
¿Qué tal las fiestas? Supongo que muchos habréis podido descansar mientras que a otros os ha tocado trabajar estos días de Semana Santa. Es la cara negativa de la industria del deporte, que no respeta ni festivos, ni fines de semana. Todo lo contrario, trabajamos para el ocio de los demás.
En la última newsletter me “quejaba” de que no he tenido invitados que trabajen en clubes de LaLiga y que compartieran sus conocimientos y experiencias. Bueno, pues la primera que cogió el testigo y respondió a mi lamento fue Joana Egea, a la que muchos conoceréis y aunque, técnicamente, ahora no trabaja en ninguna entidad deportiva estuvo más de 14 años en el Girona FC y tiene montones de interesantes experiencias que compartir con todos nosotros, tal y como podréis leer más adelante.
¿Empezamos?
🧑🎤 Seguro que muchos de vosotros conocéis Coachella, el festival de música y arte que marca tendencias y al que se apuntan todos los influencers. No voy a explicaros muchos detalles porque no soy un gran aficionado a la música, ni a este tipo de eventos y seguro que meto la pata.
Aún así, creo que música, cine, cómics y otras artes relacionadas con el entretenimiento son un excelente lugar en el que inspirarse (forma elegante de decir “copiar”) y generar ideas para el mundo del deporte. La música nos lleva mucha ventaja porque sus protagonistas, los músicos, son personas creativas por naturaleza a las que no les importa arriesgarse y probar cosas nuevas, desde estilos musicales a formatos de distribución de su producto pasando por innovadoras formas con las que relacionarse con sus fans. Además, a diferencia del deporte donde casi se premia la tradición, en la música se castiga el hacer siempre lo mismo, por lo que la innovación es obligatoria.
En el caso de Coachella, tenéis la suerte de que están 👉 emitiendo el festival en directo por Youtube y aunque no os gusten las canciones, siempre es interesante fijarse en otros detalles, como la estética de las actuaciones y los artistas, la tecnología empleada, de qué temas hablan en sus canciones… o del 👉 uso que le dan al NFT que han lanzado este año. Interesante lo del acceso prioritario.
🚀 Y hablando de arte y tecnología, un buen ejemplo son las botas de fútbol inspiradas en la NASA. No es nada oficial, ni real, solo un ejercicio de diseño de un calzado futurista.
Aunque eso de las tiras led en las botas podría dar mucho juego en la interacción con el público: las luces se podrían poner rojas si el jugador lleva recorridos más de 10 km en el partido o, al estilo de Fan Boost de la Fórmula E, brillara de color azul en el jugador al que el público apoye con sus votos desde una app. Vaya subidón escuchar al estadio corear tu nombre y ser el único en el césped con luces azules.
Claro, que para modernas, estas sneakers que te dan la cotización de Bitcoin en tiempo real. Para inversores conservadores a los que les gusta tener los pies en la tierra 😂
⚽️ Con motivo de la Women’s Euro 2022, UEFA anuncia su entrada en Roblox para llegar al público más joven. Tras haber jugado un rato, para mí, es todo un acierto que su juego dentro de Roblox se base en una serie de pruebas que los más pequeños tendrán que ir superando: entrenar con un personaje del juego, carreras de obstáculos, recoger entradas doradas, etc. de tal forma que consiguen que sea más interactivo y entretenga más.
Si aún no lo habéis hecho, descargaros Roblox, porque merece la pena para comprender diferentes conceptos sobre los que leemos pero luego nos cuesta probar en primera persona.
Aquí os dejo con mi avatar a punto de marcar un gol en el juego de la UEFA.
🔊 Seguro que la mayoría coincidís conmigo en que uno de los puntos fuertes al asistir a un evento deportivo es el ambiente que se vive, que viene dado por los impulsos visuales que recibimos pero también por el sonido.
Durante la pandemia, con los estadios vacíos, muchas ligas y broadcasters se dieron cuenta de la importancia del audio (o mejor dicho, de su ausencia) y tuvieron que inventarse maneras de recrear ese sonido ambiente para que la retransmisión no quedara fría y artificial. Quizás por la novedad, muchos aficionados preferían poder escuchar por primera vez la voz de los jugadores y técnicos que ahora adquiría un gran protagonismo en los estadios vacíos.
Iluso de mí, pensé que esa dicotomía podría acabar generando nuevas experiencias alrededor de los sonidos del evento: micros en los banquillos y árbitros (como las radios en la F1), sonidos del balón potenciados, escuchar las consignas entre jugadores, etc. O cuando volviera el público, aprovecharlo para crear nuevas formas de interacción, como jugar con los decibelios que son capaces de alcanzar los cánticos en cada zona del estadio y así calentar a los aficionados antes del partido.
Supongo que cuando los metaversos y la realidad aumentada/virtual evolucione, será necesario volver a plantearse el tema del sonido porque el audio espacial (el origen del sonido se adapta a la posición de tu cabeza) será obligatorio, como bien sabe Apple.
Mientras eso llega, es interesante conocer las soluciones en las que están trabajando clubes como el Arsenal junto a empresas como Salsa Sound.
Reconozco que cuando Joana Egea (👉 LinkedIn) me mandó su texto, me sorprendió un poco por su temática. En esta newsletter hablamos de negocio, de tecnología… temas fríos, numéricos y quizás algo apartados de la emoción que genera el fútbol y el deporte. Comprendemos los sentimientos que despierta, pero Joana los vive en primera persona y su experiencia como directora del Área Social del Girona CF es buena prueba de ello.
Os dejo con Joana, que nos recuerda que en el deporte no todo son pantallas y teclados.
Y de repente... nació un mito
El deporte es una fuente constante generadora de mitos. Los mitos modernos son atletas que logran hazañas y superan records, los que provocan masas de seguidores que les idolatran y siguen en redes sociales o los que de repente se convierten en personajes eternos de la grada y la afición.
Mi nombre es Joana Egea, tras más de 22 años en la gestión en clubes de fútbol he pasado por todas las categorías del fútbol español en áreas tan distintas como cantera, contabilidad y finanzas, secretaría técnica, gerencia, marketing o área social, hasta convertirme en fundadora y CEO de mi propia empresa, Mejora Tu Club y consultora financiera y de blockchain.
Si os apetece, iré dejando píldoras de algunas de mis experiencias, aunque es de mi función como directora del área social de la que os voy a hablar en concreto en esta newsletter.
Si hacemos un ejercicio mental de algunos de los personajes de la grada más relevantes de nuestro fútbol seguro que nos vienen a la mente algunos como Manolo el del Bombo, la Abuela del Betis,... y, a mi querido “Sisplau” (quiere decir “por favor” en catalán) así lo bautizó la grada de Montilivi del Girona FC.
Allá por el año 2010 el Girona FC estaba en Segunda División A, ascendimos en 2008 a esa categoría después de casi 50 años sin asomar por la élite y desde Tercera División en apenas unos años. Con los ascensos deportivos el club iba creciendo en estructura y los empleados “multitarea” nos fuimos especializando, en mi caso la dirección del área social era uno de mis sueños personales y ahí me vi disfrutando de ese sueño.
Una de las campañas del área social que lideraba era integrar colectivos y asociaciones sin ánimo de lucro en el club de forma que pudieran recibir los beneficios del fenómeno de masas que representa el fútbol, generarles actividades de apoyo, sensibilización y visibilizarían y también recursos, la misión era que el fútbol devolviera a la sociedad lo mucho que recibe de ella. Una de las iniciativas más demandadas era presenciar un partido y así llegó él, Effah Kingsfort, alias Sisplau, de origen ghanés y recién llegado a Girona, con una dura historia personal que él mismo relata con dolor: “Es imposible de olvidar. Estuvimos 22 días sin agua y sin comida en una patera. He visto a compañeros de viaje morir. Sabía que sólo había dos opciones: vivir o morir”. Por desgracia la historia de demasiados que sólo buscan sobrevivir ante las injusticias del mundo.
Quien le iba a decir durante esos durísimos 22 días que sería un mito para el fútbol y en concreto para el Girona FC que, y doy fe que es cierto, firma más autógrafos que algunos jugadores. Le abrazan (con permiso del covid), se hacen fotos, los niños se acercan antes a él que a la mascota del club.
Aunque no siempre fue así, los inicios no fueron fáciles. La primera vez que fue a Montilivi gracias a las acciones sociales que impulsé, estaba en la grada de gol sur, donde la Penya Immortal lleva la voz cantante y lidera la animación de forma incansable, de repente me llamó la atención que había expectación en la tribuna sur y me paré a escuchar los murmullos, me dirigí allí y un miembro del equipo de voluntarios me indicó lo que ocurría, le pedí que por favor dejara las tareas que tenía encargadas y se dirigiera hacía allí para pedirle a ese chico que viniera a conocerme al final del partido. En realidad era yo quien le quería conocer pero era la única forma de encontrarnos. Y así fue. Pude conocer a una de las personas más generosas que he visto en un estadio de fútbol, fiel, respetuoso, apasionado, ese es Effah Kingsford. A partir de ese entonces se inició una bonita historia que espero que no acabe jamás. Pero como os he dicho no fue fácil ni sencillo que lo respetaran y le amaran como ahora, su aceptación fue gradual, se tuvo que ganar la confianza cosa que me demostró que además es una persona con grandes valores, su tenacidad, su confianza, su fuerza de voluntad y su disciplina eran admirables y todo un ejemplo.
Al cabo de unos partidos, me pidió que quería quedarse en la grada de gol norte, que la gente le pedía que se fuera con ellos, empezaba a sentirse importante, el gol sur estaba en buenas manos con la Penya Immortal, el gol norte le reclamaba para poder romper la frialdad de esa gradería y así sentía él que debía corresponder. Y empezó a fraguarse su nombre artístico, el "Sisplau". Apenas hablaba el castellano y mucho menos el catalán, esto unido a su timidez, le impedía pronunciar muchas palabras, no conocía nuestros cánticos y los que aprendió de las peñas se encargaba de repetir, la grada de gol norte no le correspondía mucho, él iba subiendo el volumen y la intensidad pero lo máximo que recibía eran miradas de asombro e incredulidad, cualquier otro habría abandonado pero él empezó a pedir "por favor" ("sisplau" en catalán, la primera palabra que aprendió), para suplicar a la afición que animara ante la impotencia de ver que no seguían sus cánticos, ante el asombro de todos y ante la incesante petición a gritos, la grada empezó a responderle "sisplau, sisplau, sisplau" , ya teníamos cántico, apodo y el nacimiento de un nuevo símbolo para la afición y el Girona FC.
Os cuento un secreto, siempre entra en el estadio cuando el partido ya ha empezado y todo el mundo está en su asiento, es su momento, lo busca y lo encuentra y la comunión que provoca es entrañable, una de las emociones más bonitas que se pueden vivir en Montilivi, es el puro espectáculo.
Os preguntaréis el porqué, pues muy simple, tuvo su origen en los protocolos de seguridad estrictos que teníamos que seguir que nos hacían retrasar su acceso al campo, ya habréis podido comprobar que suele llevar un instrumento de percusión, y así sin más. Pero él se dio cuenta que cada vez que entraba en el campo iniciado el partido se alzaba la grada para darle la bienvenida y lo convirtió en un hábito. Un simpático ritual que alimenta a Effah, el “Sisplau” y a la grada para afrontar el resto del partido, donde suele dejarse la piel como nadie. Entra por la boca de gol norte pegada a la tribuna donde se suelen ubicar a la afición rival, detrás del banquillo visitante. La primera temporada era desternillante ver las caras de asombro y estupefacción de estos pero durante la temporada siguiente, ya algunos aficionados sabían o habían oído hablar del “Sisplau” aunque seguían arrancando sonrisas, la leyenda se estaba agrandando y saliendo de paseo por España.
En 2013 La Sexta le dedicó unos minutos, a partir de ahí empezaron a conocerlo mejor y a popularizarse. Quise que fuera nuestra imagen para la campaña de abonados de la temporada 2012- 2013 pero no tuvo el éxito ni la respuesta que esperábamos, es más incluso recibimos críticas, quizá nos precipitamos, y cometimos algunos errores, quizá es que aún quedaba mucho trabajo social por hacer.
Cuando hacía el final de esa misma temporada recibí la noticia por parte de la LFP de que nos premiaban como la mejor afición de La Liga Adelante por primera vez en nuestra historia, sin dudarlo me guardé una de las camisetas conmemorativas que me enviaron pensando en él, no iba a tener el reconocimiento institucional porque ese estaba reservado a nuestros históricos por supuesto, nuestra Penya Immortal y nuestros abonados más fieles, pero decidí que formara parte de la celebración a su manera, en su hábitat, en la grada, dónde él era el rey y así fue, me dirigí a la grada y ante la sorpresa de todos y él el primero le entregué la camiseta que muy orgulloso se puso ante su gente, su “afición”, que lo aclamaba al grito de “Sisplau, sisplau” en su espontaneo y sincero homenaje. El jugador 12. Es uno de los recuerdos más entrañables de mi vida, una explosión de júbilo como pocas veces había sentido. Tanto como el orgullo de ver que ya se ha integrado en la cultura del club y de la ciudad, ya es uno más, ya es eterno al menos se ha ganado ese mérito.
Una de tantas anécdotas y experiencias de lo que supone la parte más emocional del fútbol, esta pandemia nos ha alejado del calor de la grada, de la generosidad de las masas, vivimos en una era donde la digitalización adopta un papel imprescindible pero no nos olvidemos nunca de conectar con la gente, de carne y hueso, y para eso están las áreas sociales.
Joana Egea
Fantástica colaboración de Joana. Felicidades e increíble las botas de fútbol inspiradas en la NASA.