🟢⚽️ FinalScore #110 // La doble vida de los deportistas
Por Guido Villamil, jugador profesional de baloncesto
Comenzamos las colaboraciones veraniegas con Guido Villamil que nos cuenta, desde su propia experiencia, la compleja realidad de los jugadores profesionales de baloncesto. No me extiendo más y os dejo con el interesante artículo de Guido.
LA DOBLE VIDA DE LOS DEPORTISTAS
Tiger Woods y Lebron James entraron en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, representando sus salarios y trofeos, una pequeña parte de sus ingresos en comparación con los negocios que tienen fuera del campo. Y eso que ni siquiera son los atletas que más cobran. Encima, en el TOP 10 de los atletas mejor pagados, la mitad de ellos ha generado más dinero fuera del campo que dentro de él.
Estamos hablando de auténticos Bruce Wayne, hombres de negocios durante el día, jugadores profesionales durante la noche? Es esto la norma general de los deportistas? Qué es lo que hacen estas personas cuando no están entrenando o compitiendo?
La mayoría se imaginará que estos casos son excepcionales, en los restantes 40 puestos de la lista sólo hay 4 deportistas que generan más ingresos fuera que dentro de las pistas. Entonces, qué es a lo que normalmente un atleta dedica su tiempo?
Les hablaré de las diferentes motivaciones de los jugadores en base al nivel de competencia y la realidad que los rodea. Buscando entender las oportunidades que tienen en base a sus necesidades y las opciones que se podrían dar en estos ambientes que no se generan de forma natural.
Antes de meternos de fondo en el asunto, permitan que me presente, soy Guido Villamil, jugador profesional de baloncesto que he desarrollado gran parte de mi carrera deportiva en España (10 temporadas), habiendo jugado también en Francia y Alemania (1 temporada en cada sitio), para haber acabado esta última en Italia donde ya me he establecido. Los entendidos (y también los que no) pueden echar un vistazo a cómo juego o por dónde he jugado estos últimos años.
Contextualizando
Evidentemente hablaré de mi ámbito, el baloncesto. En él, en las categorías senior se empieza a reclutar gente desde el 4to nivel nacional (EBA). Los salarios son precarios, hablamos de 3.000€ a 8.000€ por temporada. También los hay por más, como aquellos que lo único que se llevan es una palmadita en la espalda. Muchos suelen ser estudiantes, luego están los nacionales que se mueven por todo el país vendiéndose al mejor postor que le dan un salto de calidad al equipo junto con los extranjeros, ya sean comunitarios o extracomunitarios. El caso de estos 2 últimos lo hacen para ganarse un hueco en las competiciones superiores.
Luego viene el tercer escalón, la LEB Plata, hay un ligero aumento de salario, estamos hablando entre los 5.000€ y los 15.000€ contrato/temporada. Las plantillas son un poco más profesionales, la gran mayoría son de fuera, ya sean nacionales, comunitarios o fuera de la UE. Muchos jugadores se dedican de forma exclusiva, a pesar que no tienen un futuro garantizado económicamente, lo pueden hacer durante algunos años, viviendo del deporte, o buscando ascender y entrar en un nivel realmente profesional.
El siguiente peldaño es la LEB Oro, segunda competición nacional, con equipos profesionales que tanto entrenadores como jugadores se dedican exclusivamente a ello. Los salarios se mueven entre los 10.000€ y 40.000€, hablamos de jugadores internacionales, que algunos disputan competiciones con sus selecciones nacionales. Buscan ganar experiencia para jugar en el primer nivel o abrirse las puertas a las competiciones europeas, mientras que los clásicos de la categoría ganan un buen salario dedicándose a algo que son buenos.
Por último llegamos a la ACB, una de las pocas ligas profesionales en España, donde el mínimo de presupuesto que tienen los equipos son 2 M€ y están el caso del Barça/Real Madrid que superan los 40 M€. El sueldo mínimo son 28.000€ y en el otro extremo tenemos a Nikola Mirotic que cobra más de 5 M€ anuales. Hablamos de deporte de élite.
Con conocimiento de causa
Les hablaré del mundo que conozco, el 3er y 4to nivel nacional, aunque por lo que he escuchado y visto, los jugadores de LEB Oro tienen bastantes similitudes. La ACB es algo que se me queda muy grande, pero tengo mis sospechas que los tiros no andarán muy lejos de lo que sucede con sus hermanos menores.
Si tuviese que resumir en una frase la motivación de la mayoría de los jugadores, es que se lo quieren pasar bien. Son felices cuando juegan, son felices cobrando haciendo lo que les gusta. Hablamos de gente entre los 20/30 años, muchos de ellos salidos hace unos pocos años del bachillerato, otros cursando una carrera universitaria y otros buscando qué hacer con sus vidas más allá del deporte.
A pesar que la educación a distancia es una buena opción, suele quedarse coja. La oferta de carreras no es tan amplia como la presencial y el entorno de los deportistas no es el más propicio para fomentar el estudio, mucho cansancio físico y encima con la preocupación inmediata de su rendimiento deportivo (que puedo hacer para mejorar, porque estoy jugando poco, que puedo cambiar en mi dieta, que puedo aprender mirando otros jugadores, etc).
Un dato interesante es que muchos de los deportistas no son fanáticos de los deportes (a veces ni del que ellos practican). Hablamos de gente que de repente se ve en un país completamente diferente al suyo, con una cultura completamente distinta y encima compartiendo un piso con gente que prácticamente ni conocen.
¿Que es lo que sucede? Que la mayoría llega del entrenamiento, se encierra en su cuarto donde pasa la mayor parte del día, hasta el próximo entrenamiento. Suena triste pero sucede muy seguido. He conocido gente muy disciplinada, no son la mayoría, que hacen jornadas intensas de estudio, pero el resto de los mortales termina usando su tiempo para dormir/mirar series y jugar videojuegos.
Hace poco leyendo un informe de Deloitte sobre la generación Z y los Millennials afirmaba que las experiencias online se habían convertido en una parte significativa de sus vidas, donde crean conexiones con los videos creados por usuarios (UGC) y sienten que pueden expresarse, aumentar su confianza y ser parte de una historia a través de los videojuegos.
Hay algunos que se tiran toda una temporada saltando entre el mundo gamer y Netflix, los más jóvenes, pero tarde o temprano les cae la ficha que tienen que ver más allá del ocio y su vida deportiva. Y aquí es donde yo distingo entre básicamente 2 tipos de jugadores, los universitarios y los emprendedores.
Los primeros ven en la carrera universitaria una salida laboral, entendiendo que el deporte es algo pasajero y cuando terminan sus estudios dejan de priorizar el deporte para conseguir un trabajo de lo que estudiaron o similar. Suelen ser jugadores que no llegan a pasar los 27 años y no suelen tener una dedicación tan grande como los “emprendedores” a su carrera deportiva.
Los segundos suelen ser fanáticos de su deporte. Buscan la forma de crear una actividad complementaria a su carrera deportiva, como entrenador de niños pequeños dentro y fuera de la temporada o haciendo trabajos online como enseñando idiomas o trabajando para amazon. He conocido hasta trotamundos que una vez terminada la temporada se iban a países de centroamérica a jugar temporada cortas de verano. Lo que sea para alargar su carrera deportiva y que sea económicamente sostenible mientras dure, recuerden que hablamos de jugadores que cobran en torno a los 1.000€ durante 9 meses, no es un salario sostenible durante todo un año.
Otra máxima que tenemos los jugadores y que también tienen los entrenadores, pero lo disimulan mejor y no sé qué consecuencias tienen fuera del campo, es el nivel de frustración, que es directamente proporcional al desarrollo de la temporada. Es decir, que cuanto más avanza la temporada, más hasta los huevos está todo el mundo y más desvarían. En español simplificado, menos motivación, más propensos a saltarse la dieta, a salir más, preocuparse más por algún amor pasajero, dedicarle algo más que “un eurillo tonto” a las apuestas, programar el siguiente festival que ir en el verano, etc.
Sinergias jugadores-equipos
Pasando por diferentes equipos, me dí cuenta que estas tendencias se repetían y empecé a encontrar casos que buscaban remediar estas situaciones, sacándole provecho al tiempo disponible y a las necesidades de las diferentes personas en el deporte.
El primer caso me lo encontré allá por el 2013 cuando Luis Scola lanzó junto con la confederación argentina de básquetbol el programa Transición al Profesionalismo (TAP). Trataba temas sobre la gestión personal del jugador profesional como contratos, agentes y el control de su dinero. Lamentablemente el programa no tuvo continuidad.
Pasemos a los equipos, estos tienen una necesidad de exposición ante su público y nuevos espectadores, cuanto mayor asistencia tengan en los días de partido, mayor deseo tendrán las marcas de asociarse al club, lo que se convertirá en más presupuesto para el club, que permitirá ganar más partidos y cuanto más partidos se gane, mayor público asistirá.
El último campeón de la LEB Oro es el Morabanc Andorra, en twitter tienen 23,3 mil seguidores y en instagram tienen algo más de 19 mil. Ahora tomemos a algunos de los 3 jugadores más importantes del equipo, Felipe Dos Anjos, Rafael Luz y Nacho Llovet, entre los 3 en twitter tienen en total 20,5 mil seguidores y en instagram 20,9 mil seguidores.
Si el club se dedicara a desarrollar campañas exclusivas con estos 3 jugadores, vería como una gran parte de los seguidores de ellos se convertirían en nuevos seguidores del club. Esta fue una parte de la estrategia en redes sociales que la Juventus siguió cuando ficharon a Cristiano Ronaldo, lo pueden ver en el siguiente video
Como mencioné antes, los jugadores tenemos necesidades de estabilidad laboral, la gran mayoría (por no decir todos) firmamos contratos por una temporada, por eso buscamos esa seguridad en carreras universitarias o en negocios paralelos. ¿Qué sucedería si esa formación la brindara el club, a través de un centro de formación, dándole la oportunidad al jugador/estudiante de aplicar sus conocimientos en la misma organización del club y encima cobrando por ello?
Los clubes podrían ampliar sus departamentos de comunicación, recursos humanos, administración, etc y cuando el jugador termine su carrera deportiva, además de tener la formación, tendría la experiencia laboral, por demás de poder ofrecer a los jugadores contratos más largos de sólo una temporada. Yendo un paso más allá, hasta podrían tomar gente para hacer prácticas laborales sólo por una temporada, para combinar jugadores de larga y corta duración.
La innovación y las tecnologías están cambiando a un paso muy acelerado, que está forzando a los clubes a mantenerse constantemente actualizados, creo que estas y otras ideas les permitirán renovarse constantemente escuchando a las personas mas importantes dentro de un club, que son aquellas que trabajan en él día a día.
Guido Villamil