Llegó la tan esperada FinalScore #100 y claro, había que hacer algo especial, una especie de balance de estas 100 semanas con vosotros. Además, así descanso unos días de seleccionar noticias porque reconozco que estaba un poco saturado.
Lo primero, los números.
Llevo escribiendo FinalScore desde el 6 de enero de 2021. Dos años y casi tres meses. Como ya os he comentado en más de una ocasión, para producir la newsletter cada semana me leo los titulares de unas 2.000 noticias, profundizo en unas 30 o 40 y selecciono las 10-12 que considero más importantes. Eso sin contar las 16 o 17 newsletters a las que estoy suscrito o los enlaces que amablemente me envían los lectores. Multiplicar por 100 es fácil: 200.000 titulares leídos, 3.000 noticias en detalle y unas 1.000-1.200 noticias compartidas en estas 100 newsletters. Casi nada.
Más números. A día de hoy somos 2.649 suscriptores. 910 en Substack y 1.739 en LinkedIn. Sin comentarios. Jamás pensé que llegaría a estas cifras.
Os dejo el gráfico de crecimiento de suscriptores de Substack para que veáis la tendencia desde el principio y lo que cuesta hacer crecer una newsletter de nicho en español. No hay atajos, hay que trabajar y ser constante.
Aunque la cantidad es importante, me parece que la calidad lo es mucho más. Entre los suscriptores hay ejecutivos que trabajan en LaLiga, Real Madrid, FCBarcelona, Atlético de Madrid, Betis, Valencia… y muchos más equipos españoles. Clubes europeos como el Bayern o el Sparta, entidades deportivas de LATAM, de otros deportes como NBA, fútbol sala, automovilismo… y también de grandes compañías, patrocinadores, medios de comunicación, agencias de todo tipo, startups, centros de formación y muchos jóvenes que sois el futuro de nuestra industria.
Como la mayoría ya sabéis, la idea original para escribir la newsletter empezó en aquella difícil época de confinamientos porque pensé que nuestra industria del deporte siempre ha sido muy hermética y vive encerrada dentro de una burbuja en la que es muy difícil entrar y que tampoco deja que salga mucha información a los extraños.
COMPARTIR, INSPIRAR Y AYUDAR. Desde el principio, esos han sido mis objetivos (la misión que diría un consultor).
Lo de compartir era lo más fácil porque llevo muchos años devorando ávidamente noticias de los temas que me interesan, como deporte, tecnología, innovación, contenidos y un largo etcétera y pensé que seleccionar lo más interesante que iba descubriendo podría servir de inspiración para el día a día de otras personas que tuvieran intereses parecido a los míos.
Ayudar era un poco más complicado, pero siempre que he podido he dado voz a los que empiezan o hacen cosas interesantes, he promocionado el trabajo de los demás y he intentado ayudar al desarrollo de la industria del deporte en la medida de mis posibilidades. Ya me lo habéis leído en más de una ocasión: si la industria crece y se profesionaliza, todos salimos beneficiamos.
Trabajos como la guía para encontrar trabajo en el deporte han sido una clara muestra de mi intención de compartir y ayudar.
Muchos me decís que os gusta mi estilo escribiendo y no dejo de sorprenderme. Yo, que lo más largo que había escrito en mi vida habían sido bullet points en Powerpoint… 🤣
Una de las cosas que tuve clara desde el principio es que al escribir debía de usar un estilo simple, directo e inspirador, sin imponer mis ideas ni ser dogmático. Huir de términos rimbombantes, tecnicismos e incluso palabras en inglés, porque mi intención no es dar imagen de gurú, sino todo lo contrario: ser como realmente soy, directo, cercano, humilde, sencillo y tratar de despertar vuestro interés, porque aprender y ser mejor profesional requiere esfuerzo y sois vosotros los que tenéis que hacerlo, profundizando en los temas, consultando diferentes fuentes y siendo críticos.
Un poquito de ironía y humor salpicando el texto y el cóctel está servido.
Escribir la newsletter me ha dado muchas alegrías. La primera es la satisfacción mientras la escribo. Las dos o tres horas que dedico a escribir son de los mejores momentos de la semana.
Luego tengo las alegrías que me dais cuando cualquiera de vosotros me escribe para darme la enhorabuena o las gracias por el trabajo de cada semana. No os podéis imaginar cuánto os lo agradezco. Parece mentira que una cosa tan sencilla como dar las gracias se convierta en algo tan inusual. Deberíamos cultivar más el agradecer a los demás el trabajo bien hecho (y no, no me vale con acabar todos los correos escribiendo “Gracias!” porque pierde todo su significado).
También me agrada, aunque me dé un poco de vergüenza, cuando alguien me para en un evento y me pregunta si “soy Miguel Ángel, el de la newsletter”. Espero que nunca se animen a pedirme un selfie 🤣
Otro gran descubrimiento ha sido confirmar que estoy rodeado de muy buena gente que se ha prestado a colaborar en la newsletter compartiendo sus ideas, experiencia y conocimientos. Sé lo complicado que es enfrentarse a una hoja en blanco, así que tienen mi más sincero agradecimiento.
También me ha generado negocio indirecto. Curiosamente la mayoría ha venido de personas a las que ya conocía desde hace tiempo y que no pertenecen al mundo del deporte. Quiero suponer que mi visibilidad en LinkedIn o la newsletter les hace pensar en mí como “alguien que está en el mundo de fútbol” y como no conocen a nadie más, me llaman directamente.
La newsletter también me ha permitido volver a probar cosas sin miedo a equivocarme o fallar. En mis anteriores trabajos o con mis clientes actuales, equivocarse es arriesgado. Sin embargo, con la newsletter noto que tengo la libertad de innovar sin miedo a las consecuencias que pueda tener. Es una sensación de libertad muy agradable porque probar cosas nuevas es la única forma de mejorar. Quizás por eso echo de menos el tiempo que trabajé en Terra, una de las pocas empresas en las que casi todo lo que hacíamos era innovador porque éramos nosotros quienes teníamos que crear el camino. No había referencias en las que mirarse. Si algo no funcionaba, no pasaba nada. Se cerraba y a por el siguiente proyecto. Pero si funcionaba… lo petábamos.
También ha sido muy gratificante remangarme y hacer las cosas por mí mismo. Cuando trabajas en grandes empresas tienes otras áreas que te dan soporte, una empresa de desarrollo que te hace la web, una agencia que te diseña las creatividades, los de PR se encargan de la comunicación, etc. y tú solo tienes que pensar y coordinar.
En el caso de la newsletter, es un proyecto absolutamente personal. Desde darme de alta en substack, definir contenidos, promocionarla, analizar resultados, plantear estrategias, buscar colaboradores, patrocinadores… todo lo he hecho yo solo.
He liderado a los equipos que organizaban las giras de verano del Real Madrid, he definido y coordinado los primeros pasos de la estrategia digital del club, he lanzado decenas de productos y servicios en Telefónica/Terra y me siento muy orgulloso de todo ello, pero qué queréis que os diga, tener 2.649 lectores, fruto del trabajo y esfuerzo de estos dos años, que me leéis todas las semanas y sacáis algo de provecho de lo que comparto, para mí es igual de satisfactorio.
A mí siempre me ha gustado meterme en el barro y cacharrear pero mi carrera profesional, como la de la mayoría, te lleva a estar cada día más alejado de la ejecución y ver las cosas desde arriba. Con el tiempo he descubierto que disfruto igual en ambos planos, en el más terrenal, remangado y pegado al detalle, pero también en el más elevado y estratégico. Cada uno te da un tipo de satisfacción diferente y probablemente, se retroalimentan mútuamente. Tener visión estratégica te ayuda a saber dónde tienes que invertir tiempo en profundizar y el detalle de lo que aprendes haciendo las cosas por ti mismo en lugar de leyendo a otros que lo han hecho, te sirve para construir una visión estratégica más certera.
Pero también he fallado en algunas cosas. La primera ya la sabéis todos: la interactividad con los lectores. No he encontrado "la tecla”. Y no será porque no lo he intentado veces, pero salvo cuando hago una encuesta (ahí votáis muchos), me es muy difícil conseguir vuestra participación.
Es normal, lo sé, pero uno de los objetivos que quería conseguir con la newsletter era crear una comunidad, un grupo de personas que compartiera un interés común: el negocio en el deporte. No me vale con una audiencia en la que yo escribo y vosotros leéis. Para mí, tiene mucho más valor que converséis entre vosotros, que cuando alguien tenga una pregunta o necesite algo, seáis los demás los que le ayudéis o contestéis. Yo soy un mero punto de unión, pero no el epicentro.
Y me da pena porque muchas veces he pensado en montar un Discord, Telegram o similar donde se pudieran producir esas conversaciones entre vosotros pero al final pienso que estará vacío y se me quitan las ganas.
Esa falta de “conexión” me extraña en varios sentidos: primero, sé que hay muchos lectores que buscan trabajo en la industria y que participar de alguna forma en mi newsletter les daría visibilidad y quizás, la posibilidad de encontrar un trabajo. No sería la primera vez que lo hago y dejo que un lector tome los mandos y escriba la newsletter.
Lo mismo me pasa a nivel empresarial. Solo he tenido 6 o 7 contactos de compañías para que hablara de sus productos o que me han metido en sus listas de distribución para estar al día de sus novedades. Yo luego selecciono lo que creo que os interesa, pero qué menos que enviarme sus novedades en lugar de tener que encontrármelas. Además, los que me seguís desde hace tiempo sabéis que habitualmente pido a colaboradores que escriban en la newsletter pero siempre soy yo el que los busca y en poquísimas ocasiones se han ofrecido ellos. Con lo difícil que es darse a conocer en este sector y el altísimo nivel de muchos de los lectores de la newsletter, me sorprende mucho no tener más peticiones de colaboración 🤷🏻 Del tema de patrocinar la newsletter, mejor ni hablamos.
Os preguntaría la razón por la que no me escribís, pero seguro que nadie responde 🤣
¿Y el futuro?
Pues no lo sé, de verdad. Mi intención es seguir escribiendo la newsletter mientras mis responsabilidades profesionales me lo permitan y me siga apeteciendo. No me marco metas en eso.
Por supuesto, me gustaría mucho hacer un podcast o escribir artículos más largos y reflexivos en la web, pero soy consciente de mis limitaciones de tiempo y de que no llego a todo. Tengo un par de ideas que me rondan la cabeza desde hace tiempo y quién sabe si algún día os doy la sorpresa. Es lo mismo que me pasó con los artículos para encontrar trabajo en la industria: es cuestión de encontrar el momento, liarse la manta a la cabeza y empezar a estructurarlo. Cuando ves que va cogiendo forma, tú mismo te animas y boom, unas pocas semanas después, tienen un documento de 100 páginas. Hasta yo me sorprendo de cómo he podido hacerlo y de dónde habré sacado el tiempo.
Nada más. Os mando 2.649 gracias a todos y cada uno de vosotros por seguir ahí, leyéndome cada semana.
Hasta el miércoles, que la semana que viene es Semana Santa e intentaré adelantar la newsletter unos días.
¡Felicidades, Miguel Ángel, por haber superado ya la centena! No puedo leerte cada semana, pero saco huecos cada 15-20 días para pasar por aquí y leer varias ediciones de golpe. Tengo esta newsletter guardada en marcadores junto 2Playbook, Palco23 o la propia newsletter de LaLiga, así que quería agradecerte el trabajo y el tiempo que (nos) dedicas porque realmente lo valoramos. Aunque no participemos mucho, creo que a todos nos resulta muy útil y entretenido lo que cuentas. Es una forma fresca y fácil de estar informado sobre la industria deportiva. ¡Larga vida a FinalScore! 🙂